La directora de la Aduana contrató a su yerno con un sueldo cercano a los $400 mil
Se trata de Silvia Brunilda Traverso. También quedó en la mira por este escándalo Mercedes Marcó del Pont.
La Directora General de Aduanas, Silvia Brunilda Traverso, contrató y llevó a planta permanente a su yerno Hernán DeMartini con un salario superior a los 400 mil pesos, generando un escándalo porque pocas horas después se confirmó que fueron más familiares favorecidas por la funcionaria.
A través del Expediente Electrónico EX2020 00841684, el yerno y socio comercial de la Directora General de Aduanas DeMartini pasó a ser parte de la planta permanente y luego se sumó ,hermano Diego DeMartini.
En el ojo de la tormenta no solo quedó Traverso, también la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, porque los hermanos DeMartini están vinculados, inclusive con cargos, en el bloque legislativo del PRO en la provincia de Santa Fe.
De acuerdo al pedido de Traverso y que rubricó Marcó del Pont, los familiares de Brunilda, que ingresaron a la Aduana con contratos de $407.202 y $386.502 mensuales.
Marcó del Pont llegó al cargo sin experiencia en la AFIP y con un poder de decisión limitado, porque solo pudo nombrar entre los directores a Traverso en la Aduana, mientras que Virginia García (DGI) y Carlos Castagnetto (Seguridad Social) fueron puestos por la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Marcó del Pont se rodeó de figuras cercanas al PRO, al punto que a su mano derecha en la Aduana, la mencionada Traverso, le viralizaron fotos de su amistad con el ex canciller del macrismo Jorge Fauri. En el sector más duro del Gobierno, el ala kirchnerista, cayó muy mal esta situación.
Dentro de la AFIP hay tres subdirectores (“coroneles” en la jerga del organismo) que tuvieron mucha influencia durante el gobierno de Mauricio Macri: se trata de Juan Capello, subdirector general de Coordinación Técnico Institucional, Guillermo Antonio Sorrentino (de Asuntos Jurídicos) y Pablo Antonio Brula (de Recursos Humanos).
Capello, según trascendió es el más cercano a Marcó del Pont y lo marcan como "imprescindible". Entró a la AFIP, acompañó a Mercedes en el Banco Nación y en el Central, y durante la presidencia de Macri volvió al organismo recaudador. Allí, fue parte del equipo de tareas que realizó Lawfare contra Grupo Indalo, de Cristóbal López y Fabián de Sousa.
Por su parte, Brula es un liberal que entró a la AFIP en los 90, de la mano de contratos leoninos con consultoras de ese signo político. A partir del 2016 fue uno de los laderos de Capello y Sorrentino en la causa contra “Oil Combustibles”.
En tanto, el vocero de la AFIP es Tomás Lukin, quien cobra más de 400.000 pesos mensuales. Pero el verdadero vocero es Eduardo Desimone, quien también acompañó a Marcó del Pont cuando fue presidenta del Banco Central, pero esa vez dando la cara.